


En ella destacan los looks urbanos para el día a día, ideales para ir a trabajar con un aire desenfadado. Precisamente, es en este estilo casual day donde reside el secreto de su éxito. En esta ocasión, el modisto norteamericano utiliza la deconstrucción de las prendas para inyectar un aire casual y rebeldea este look, aunque con guiños a la satrería más tradicional.
La estética de la colección es un tanto retro y vampiresca y recuerda un poco a
ALEXANDER McQUEEN en este sentido, aunque su colección hace un claro guiño a
PRADA.




El traje de chaqueta masculino es reinterpretado a la manera de Wang, que corta las chaquetas por encima del ombligo y alarga los pantalones hasta la cintura. La paleta de colores está predominada por el negro y sus variantes, con algunas pinceladas de otros tonos como beige, gris y burdeos. También tiene cabida la socorrida raya diplomática y la superposición de tejidos.